Si fuiste a la escuela o has leído un libro de ciencia, sin duda has escuchado de él. Quizás lo recuerdas por contribuciones a la humanidad tales como su modelo atómico, sentar las bases de la física cuántica, fundar el Instituto de Física Teórica de la Universidad de Copenhagen, predecir la existencia de un elemento químico, ser uno de los principales responsables de la creación del CERN, así como otro gran número de contribuciones, investigaciones, estudios y teorías.
Su modelo atómico, aunque ha sido superado, introdujo los principios básicos que se utilizan hasta ahora y sin duda, es el más famoso incluso en nuestros días.

Otros puntos que quizás no son tan conocidos sobre él, es que durante la Segunda Guerra Mundial contribuyó para el rescate y asilo de por lo menos 7,000 judíos daneses, así como un gran número de académicos europeos perseguidos por el régimen alemán. Fue un colaborador también en el Proyecto Manhattan y, posteriormente, un ávido defensor del desarme nuclear, mientras propugnaba por la colaboración e investigación nuclear para fines científicos. Esto lo hizo acreedor de la primer medalla Átomos por la Paz, premio otorgado al desarrollo o aplicación de la tecnología nuclear de manera pacífica.
Fue también colaborador, mentor, crítico e incluso amigo de grandes científicos entre los que podemos destacar a Rutherford, Fermi, Einstein, Heisenberg, Schrödinger, Dirac, y varios más.

El director del CERN, Victor Weisskopf, antiguo estudiante y colaborador de Bohr, escribió sobre él después de su muerte:
«… Antes de Bohr, nadie conocía la estructura de la materia; después de Bohr el fenómeno material que nos rodea es bien entendido. Gracias a Bohr, entendemos cómo la luz se irradia y absorbe, cómo los átomos se juntan en moléculas y cómo la electricidad produce sus efectos, y nuestro conocimiento incluso llega a los secretos del núcleo del átomo. Nunca antes había sido explicado tanto en tan poco tiempo, como se logró bajo el liderazgo de Niels Bohr.»
Si no los hemos convencido todavía de que este sujeto fue muy importante, les dejamos este hipervínculo a un artículo de Wikipedia de cosas que reciben su nombre.

Pero ahora, volvamos a lo que nos importa, También originaria de Dinamarca, la cervecería Carlsberg fue fundada por Jacob Christian Jacobsen, un empresario y filántropo danés que siempre fue un seguidor del arte y la ciencia. Como claro ejemplo, tenemos que unos cuantos años después de fundar la cervecería, creó el Laboratorio Carlsberg, un sitio destinado para investigar y experimentar específicamente sobre la cerveza.
Y fue de hecho la Fundación Carlsberg quien más dinero aportó para la creación del Instituto de Física Teórica, fundado por Bohr.
JC Jacobsen estableció en su testamento que su casa, localizada junto a la cervecería, pasaría después de su muerte y la de sus familiares cercanos a volverse una residencia honoraria vitalicia para cualquier danés que realizara las contribuciones más prominentes a la ciencia, literatura o las artes.
Esta era una gran casa, a la que podían ir a vivir con toda su familia durante toda su vida, pero, sin duda, el mayor beneficio de vivir ahí es que al estar junto a la cervecería, se le instalaron tuberías que iban directamente de los depósitos de cerveza, por lo que bastaba con abrir un grifo en la casa y los habitantes podían beber toda la cerveza que quisieran.
Los deseos de Jacobsen se volvieron realidad a partir de 1914, fecha en la que el primer residente honorario llegó: Harald Høffding, un filósofo y teólogo, que de hecho era amigo de Bohr. Vivió en la residencia hasta su muerte, en 1931,
En el momento en que tuvieron que buscar un nuevo ocupante para la casa, sólo había un candidato: Niels Bohr, quien se mudó con toda su familia.
El gran científico, sus 6 hijos, su esposa y sus invitados pudieron disfrutar de la delicia que salía del grifo hasta 1943, fecha en que huyeron del país como consecuencia de la guerra; aunque sólo estuvieron apartados de su dotación de cerveza ilimitada hasta agosto de 1945, cuando pudieron volver.

Bohr siguió realizando su trabajo, contribuyendo con la ciencia y bebiendo cerveza de manera infinita hasta su muerte, en 1962.
Posteriormente a su muerte, la residencia fue ocupada por otros daneses importantes, pero ninguno de tanto renombre como Bohr, hasta que en 1995 la casa se convirtió en la Academia Carlsberg, y ahora funciona como un centro de conferencias, simposios y convenciones científicas, donde los participantes siguen teniendo acceso a toda la cerveza que quieran.

Esperamos que hayas disfrutado una buena cheve mientras leías este artículo, sin duda Niels lo hacía mientras trabajaba, y nosotros sólo seguimos su ejemplo.
Fuentes:
Fundación Carlsberg – Academia Carlsberg
Instituto de Física Teórica – Academia Carlsberg
Youtube – Periodic Videos «Bohrium»